Encualquier caso, la finalidad es evitar esta incómoda rozadura en los muslos que pueda incluso acabar en una herida. Polvos de talco. Ayudan a secar la piel y evitar la temida fricción. Crema de caléndula, pues posee propiedades tranquilizantes y resulta muy eficaz. Vaselina, que forma una fina capa protectora con la que también podrás
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